La cosa va de mal en peor con Kanye West, y es que seguramente ya viste su nombre en las tendencias de todos lados.
Y es que después de causar polémica por mostrar un discurso algo racista a través de sus publicaciones en redes sociales, pero también aventarse uno que otro comentario antisemita del rapero y otros comportamientos bastante raros, parece que las empresas que lo apoyaban poco a poco dejan claro que no están dispuestas a seguirle el juego y entre ellas está Adidas.
Como recordarán, la historia de la colaboración entre el rapero y la marca deportiva alemana arrancó en 2013, para el lanzamiento de su popular modelo de tenis: Yeezy.
La colaboración resultó increíblemente lucrativa para ambas partes, pues desde entonces se estima que ha generando unos 2 mil millones de dólares al año, cerca del 10% de los ingresos anuales de la empresa. Sin embargo, no todo es para siempre y eso nos quedó muy claro.
“Adidas no tolera el antisemitismo ni ningún otro tipo de discurso de odio (…) Los recientes comentarios y acciones de Ye han sido inaceptables, odiosos y peligrosos, y violan los valores de la compañía de diversidad e inclusión, respeto mutuo y equidad”.
Declaró la compañía en un comunicado.
El rapero superestrella pone en riesgo ese patrimonio de mil millones de dólares, pues esta semana anunció que ha terminado con varias corporaciones estadounidenses, la fuente misma de su fortuna.
La medida siguió a meses de ataques contra Adidas, la compañía de zapatillas que le paga unos 220 millones de dólares al año por el derecho a vender el modelo de Tennis Yeezy.
Es su problema con Adidas lo que pone en peligro el estatus de multimillonario por el que ya hizo campaña durante tanto tiempo. Perder al gigante del calzado dejaría su fortuna muy por debajo de los mil millones de dólares, según estimaciones de Forbes, una caída que se produciría incluso cuando sacude a su círculo íntimo.